Llega el invierno y muchos aficionados le dicen adiós a su bicicleta. La esconden en el trastero y la dejan hibernando hasta que, con la primavera, el clima mejora. En este artículo, Wiquot ofrece algunos consejos a todos aquellos que no quieren dejar de pedalear durante la estación fría. ¡Winter in coming!… pero no como para abandonar la bicicleta. ¿Te interesa?
Elige bien la ropa
Por supuesto, para realizar cualquier actividad deportiva en invierno, hay que abrigarse. Pero no vale cualquier abrigo, hay que vestirse con cabeza. El objetivo es estar caliente y, al mismo tiempo, que el sudor transpire. Para lograrlo, hay que aplicar la teoría de las tres capas.
La primera capa es la interior, que va pegada a la piel, y siempre deber estar seca. La tecnología textil ha avanzado mucho y han surgido materiales de secado rápido que son ideales para hacer cualquier tipo de deporte físico. Un consejo importante: nunca lleves camisetas de algodón, no secan con suficiente rapidez y te helarás.
La segunda capa es la de abrigo propiamente dicha, una capa no muy gruesa y que permita transpirar. En las tiendas de deporte encontrarás una gran gama para elegir correctamente y no pasar frío mientras pedaleas.
Y la tercera es la capa de impermeabilización. Ocurre lo mismo que con al primer capa, la tecnología ofrece opciones que permiten expulsar el sudor y no dejan entrar agua. Eso sí, nunca uses un plástico a pelo, que no transpira, si no quieres arriesgarte a coger una pulmonía. Ojo, suele ser la pieza más cara del equipamiento, pero también la más importante.
Protege las extremidades
El cuerpo pierde gran parte de su calor a través de las piernas, los brazos, la garganta, las orejas y los ojos. Así que, antes de salir, equípate con complementos para protegerlos: orejeras, gorro de forro polar, casco, guantes largos, braga para el cuello, calzado invernal y gafas.
Toma precauciones al circular con agua
La lluvia puede ser molesta, pero no debe impedirnos salir a dar una vuelta con la bicicleta. Solo hay que tener en cuenta algunas recomendaciones para circular con seguridad. ¡Cuidado con los resbalones! Con la lluvia, la visibilidad disminuye y la ciudad se llena de trampas: las tapas de alcantarilla, los pasos de cebra o rejillas metálicas pueden hacernos besar el suelo.
También hay que ser más suave conduciendo la bicicleta, tanto en montaña como en ciudad. Haz giros suaves, intenta no inclinar la bicicleta demasiado y ten cuidado con otros vehículos o compañeros ciclistas. La distancia de frenado aumenta y el peligro de derrapar aumenta si apretamos el freno bruscamente. Tampoco está de más instalar un guardabarros para evitar mojarnos en exceso nosotros y, de paso, los engranajes de la bicicleta: piñones, plato, etc.
¡Y con nieve!
Y si nos cae una nevada y estamos sobre la bicicleta, hay que seguir unas pautas para circular con seguridad. En primer lugar, hay que parar y bajar el sillín hasta que las plantas de los pies toquen el suelo. Esto evitará que te caigas cuando resbales. Si, además, subes el manillar, aumentarás el control de la bicicleta y la rueda delantera tendrá más agarre.
Elige la ruta y mira la previsión meteorológica
Aunque parezca evidente, tienes que informarte para conocer previamente la ruta, puedes mirar en blog especializados, y el tiempo que te costará recorrerla. En invierno los días son más cortos y nadie quiere quedarse sin luz a mitad camino. Es aconsejable ser extra precavido con la duración de la ruta y dejar siempre un margen para imprevistos: pinchazos, caídas…
Y, por supuesto, tendrás que mirar con lupa la previsión meteorológica antes de subirte a la bicicleta. Por mucho que ames este deporte, hay días que es mejor quedarse en casa.
[…] en anteriores post te comentamos cómo circular de forma segura en invierno, o cómo proteger tu bicicleta frente al incremento de los robos, hoy queremos […]